lunes, 1 de diciembre de 2008

Notas Finales

 

Parcial 1 (20%)

Parcial 2 (20%)

Parcial 3 (20%)

Parcial Final (40%)

Definitiva

Francisco Gómez Rueda

5

5

5

5,0

5,0

Alfredo Deltoro

4

4

4

4

4,0

Miguel A. González

4

4,8

4

4,27

4,3

Lucas Abadía

4,5

4,5

4,5

4,50

4,5

Alberto Henao

5

4

4

4,33

4,3

Jorge A. Sepúlveda

4

4,8

4,5

4,43

4,4

Ximena Bernal

4,8

5

4,5

4,77

4,8

Diego Moreno

3

3,5

4

3,50

3,5

Julián león

4,8

5

5

4,93

4,9

Natalia Ortíz

4,5

5

4

4,50

4,5

Jorge Luis Suárez

4

4

4,5

4,17

4,2

Catalina Cotrino

4

4,5

4,5

4,33

4,3

Rosario Puerto

4

5

5

4,67

4,7

Juan Camilo Lozano

4,5

4,5

4

4,33

4,3

Diana Murcia

4,3

4,5

3

3,93

3,9

Camilo Hernandez

4

4

3

3,67

3,7

domingo, 19 de octubre de 2008

Lynda Shaffer: China, tecnología y Cambio (traducción)

Fuente: World History Bulletin (Agosto de 1987)

Francis Bacon (1561-1626), un temprano entusiasta del método empírico, en el cuál se basa la revolución científica, atribuye el rápido despegue de Occidente a tres cosas en particular: la imprenta, el compás y la pólvora. Bacon no tenía idea de donde habían venido estas invenciones, pero los historiadores sabemos de sobra que provienen de China. Ya que China, al contrario de Europa, no despegó en el camino seguro que conlleva a la Revolución Industrial, los historiadores se preguntan ahora porqué estas invenciones fueron fundamentales en el mundo occidental y, aparentemente, tan poco revolucionarias en China.

De hecho la pregunta es traída a colación por alguien como Joseph Needham, el estudioso angloparlante de la cultura tecnológica y científica china. Solo a través del trabajo de Needham, la comunidad académica occidental se ha dado cuenta que solo hasta el despegue de Occidente, China era el líder mundial en desarrollo tecnológico. Por eso es tan interesante que el mismo Needham ha propuesto este rompecabezas aparente. El mundo académico angloparlante recae en él y lo repite; muy pronto esta cuestión y la visión que plantea sobre China se convertirán en dogma. La China tradicional obtendrá cualidades de supersociedad - capaz de contener el poder de la imprenta, reinar en las potencialidades del compás e inclusive contener la explosión de la pólvora.

El impacto de estas invenciones en Europa occidental es bien conocido. Imprimir no solamente eliminó muchas de los errores cometidos en el sistema de copia dirigido y realizado por humanos, también fomentó la producción de mas copias de libros antiguos y un ascendente número de nuevos. A medida que el material impreso se abarataba y se volvía aún más disponible, la actividad intelectual crecía exponencialmente. La imprenta sería responsable, al menos en gran parte, de la difusión del humanismo clásico y de otras ideas del Renacimiento. También se dice que estimuló la Reforma Protestante, que instaba por retornar a la Biblia como la autoridad religiosa primaria.

La introducción de la pólvora en Europa convirtió a los castillos y otras fortificaciones medievales en algo obsoleto (ya que podía fácilmente hacer hoyos en sus muros) y por tanto ayudó a liberar a la Europa occidental del poder feudal aristocrático. Como ayuda en la navegación, la brújula facilitó los viajes patrocinados portugueses - y españoles - y conllevó a la posesión de Europa del Atlántico y del hemisferio occidental al igual que la circunnavegación de África, que abrió la primera ruta marítima desde Europa hasta los lejanos puertos establecidos en África y Asia.

La pregunta de Needham puede ser entonces: ¿Porqué China no utilizó la pólvora para destruir los muros feudales? ¿Porqué China no utilizó la brújula para navegar el Pacífico y descubrir América, o generar un ruta comercial hacia Europa occidental? ¿Porqué China no tuvo Renacimiento o Reforma? La implicación es que aunque China tuviese estas tecnologías, realmente no cambió mucho. Esencialmente lo que se pregunta Needham es ¿Cual es el problema de China?

De hecho, no había ningún problema en China. China cambió radicalmente con estas invenciones. Pero para poder observar estos cambios, se debe tratar siempre de dejar de buscar eventos peculiares europeos en la historia de China, e indagar en China misma antes y después de estos acontecimientos.

Para empezar, debe aclararse que China ya poseía estas tres tecnologías hacia el final de la Dinastía Tang (618-906), entre 400 y 600 años antes de que aparecieran en Europa. Y fue durante este periodo, alrededor de 850, cuando la Dinastía Tang comenzó a tambalear, hasta mas o menos 960, cuando ya la Dinastía Song se había establecido (960-1279), que China sufrió cambios fundamentales en todas sus estructuras. De hecho, los historiadores empiezan a referirse como revolución a los cambios tecnológicos y comerciales sufridos en China y culminados en las dinastía Song de la misma manera como se refieren a los cambios sufridos en Inglaterra en los siglos XVII y XVIII como Revolución Industrial. Y la expresión podría bien usarse para otra gama de cambios en China durante este mismo periodo.

Por ejemplo, la élite en la dinastía Tang era aristocrática, en la dinastía Song no. Nadie ha considerado hasta ahora el papel que cumplió la invención de la pólvora en el decaimiento de la aristocracia china, que ocurrió entre 750 y 960, justo después de su invención. La pólvora fue quizás un factor en ello aunque es poco probable que su importancia recaiga simplemente en estallar muros feudales. La China Tang disfrutó de tal paz interna que sus aristócratas no se dedicaron a construir castillos como fue típico en Europa. Por tanto, China no tenía fortificaciones para estallar.

El único muro que merece gran significancia es la Gran Muralla, diseñada para mantener a los nómadas esteparios lejos de China. De hecho, la pólvora pudo haber contribuido en la aparición de hoyos significativos en la Muralla, ya que los chinos no pudieron monopolizar esta terrible arma, y los nómadas del norte pronto supieron de su extremo poder destructivo para usarlo en su contra. La dinastía Song cayó en últimas en manos mongolas, la fuerza más formidable que habría de surgir de las estepas de Eurasia. La pólvora tuvo el profundo efecto en China, exponiendo un imperio unificado a una invasión extranjera en medio de una terrible devastación - un efecto contrario al que tuvo la misma situación en Europa occidental.

En otro aspecto, la imprenta en China tuvo un impacto similar al que tendría más adelante Europa. Por ejemplo, imprimir contribuyó a la recuperación de los clásicos (estos, antes del tercer siglo antes de Cristo) confucianos, ayudando a revivir una mirada fundamentalmente humanista que había sido rechazada por varios siglos.

Después de la caída de la Dinastía Han (201 a.C. - 220 d.C.), el confucianismo había perdido mucha de su credibilidad como una visión de mundo y eventualmente perdió su importancia en el ámbito académico. Fue reemplazado por el Budismo, que había llegado de India. Los budistas creían que la mayoría del dolor y la confusión de la humanidad provenían de la búsqueda de placeres ilusorios y ambiciones dudosas: la iluminación y, últimamente la salvación, provenía de un paulatino desapego del mundo real, también considerado como ilusorio. Este punto de vista dominó la vida intelectual china hasta el siglo IX. Así que el retorno académico e intelectual del confucianismo clásico fue en esencia el retorno a una literatura más optimista que re-afirmaba el mundo que los mismos humanos habían construido.

El resurgimiento del confucianismo entre la comunidad intelectual se debe a muchos factores, pero la imprenta fue uno de los más fundamentales. A pesar de que fue inventada por monjes budistas en China, y dio beneficios iniciales al Budismo, a mediados del siglo X, los impresores publicaban innumerables copias del corpus confucianista. Este regreso de los estudiosos al aprendizaje tradicional fue parte de un movimiento mucho más general que compartía no solo sus características humanistas con el Renacimiento europeo mucho más adelante, sino también ciertas tendencias artísticas.

Más aun, la Reforma Protestante en Europa occidental fue de alguna manera reminiscente de la emergencia y eventual triunfo del Neo-confucianismo. Aunque las raíces del neo-confucianismo puedan encontrarse en el siglo IX, el hombre que creó lo que puede considerarse como su síntesis más ortodoxa fue Zhu Xi (Chu His, 1130-1200). El Neo-confucianismo era radicalmente diferente al confucianismo tradicional, ya que habia enfrentado un conflicto ideológico y político con el Budismo y había surgido profundamente cambiado. Es de gran importancia entender que no solo en Neo-confucianismo era algo nuevo, sino también herejía, inclusive cuando existía Zhu Xi. No triunfó sino hasta el siglo XIII, y solo hasta 1313 (bajo el dominio mongol) los comentarios de Zhu Xi a los clásicos se convirtieron en el texto único y autorizado a través del cual toda opinión académica era juzgada.

De la misma manera que el protestantismo emergió de la confrontación contra el establecimiento de la iglesia Católica Romana y fomentaba la autonomía cristiana individual, el Neo-confucianismo emergió de una crítica al Budismo que se había posicionado en China, y propuso una capacidad moral individual totalmente separada de las prácticas ascéticas y oraciones del clero budista. En el siglo XII, los neo-confucianistas rescataron el trabajo de Mencio (Meng Zi, 370-290 a.C.) de la oscuridad y le asignaron una posición en el corpus tan solo después de los Anales de Confucio. Muchas facetas de Mencio apuntaban a los neo-confucianistas, pero una de las más importantes era su argumento de que los humanos eran buenos por naturaleza. En el contexto de la Dinastía Song, esta era la afirmación de que la moralidad podía ser perseguida en todos los encuentros humanos, y que la separación del mundo de los monjes budistas no les confería ninguna virtud especial.

La importancia de estos desarrollos filosóficos demuestra que la imprenta tuvo un tremendo efecto en el sistema político de China. El origen del sistema de exámenes del servicio civil en China puede rastrearse hasta la época Han, pero en la Dinastía Song los exámenes administrados por el gobierno se convirtieron en la ruta más importante hacia el poder en China. Por casi mil años (excepto en inicios de la época mongola) China era regida por hombres que habían llegado el poder porque habían tenido excelentes resultados del examen basado en los cánones neo-confucianistas. En cualquier momento dado, miles de estudiantes se preparaban para los exámenes, y miles de libros baratos eran requeridos. Sin la imprenta, tal sistema jamás hubiera funcionado.

El desarrollo de esta alternativa al mandato aristocrático es uno de los cambios más radicales en la historia del mundo. Si los exámenes estaban disponibles casi al 98% de los hombres (los actores, por ejemplo, era uno de los pocos grupos excluidos), era el sistema más democrático en el mundo previo al desarrollo de la democracia representativa y el sufragio popular en la Europa occidental en os siglos XVIII y XIX (existieron algunos sistemas similares a menor escala, como el sistema de las ciudades-estado griegas, que podría considerarse mucho más democrático, pero nada comparado en envergadura al de la China Song o inclusive al de las naciones europeas modernas).

Finalmente llegamos a la brújula. Sobra decir que durante la dinastía Song, China desarrolló la armada más grande y mejor desarrollada tecnológicamente del mundo. Para el siglo XV sus barcos viajaban desde el Pacífico del Norte hasta la costa oeste de África. Lograban el arduo viaje de navegar alrededor de África y llegar a puertos portugueses; aunque no tenían razón para hacerlo realmente. Aunque la economía de la Europa occidental florecía, no ofrecía nada que China no pudiera conseguir mucho más cerca a casa o a un precio mucho menor. En particular, la lana, la exportación europea más importante podía ser fácilmente adquirida en la frontera norte de China.

Ciertamente, los españoles y portugueses no hicieron sus viajes sin precedentes sin un objetivo aparente o por simple curiosidad. Trataban de llegar a las Islas de las Especias, en lo que hoy es Indonesia, para lograr adquirir las mercancías más valiosas de la época. En el siglo XV estas islas eran las únicas productoras de finas especias, como los clavos y las nueces de olor, así como también de la muy difundida pimienta. Fue el mercado de las especias lo que atrajo a Colón desde España y empujó a Vasco da Gama alrededor de África y a través del Océano Índico.

Luego de la invención de la brújula, China también quiso ir a la tierra de las especias, y de hecho iba, regularmente - pero los barcos chinos no tenían que dar la vuelta al mundo para lograrlo. Las naciones atlánticas de Europa occidental, por otra parte, debían comprar las especias en Venecia (que controlaba las rutas mercantiles mediterráneas) o de otras ciudades-estado italianas; o debían buscar otras vías a las islas de las especias. Fue la necesidad lo que generó esas rutas revolucionarias que en últimas cambiaron al mundo.

La pólvora, la brújula y la imprenta, claramente estas tres invenciones cambiaron China de igual manera que cambiaron a Europa. Y no es de sorprenderse que los cambios ocurridos en China entre los siglos VIII y X fueron radicalmente distintos a los sufridos en Europa entre los siglos XIII y XV. Sería erróneo afirmar, además de injusto y ahistórico que algún problema tenía Europa occidental ya que esas tecnologías se demoraron en aparecer. Es igualmente equivocado preguntarse por qué los chinos no se encontraron accidentalmente con el hemisferio occidental mientras navegaban por el Pacífico oriental en la búsqueda de los mercados de lana de España.

jueves, 24 de julio de 2008

Bienvenida

China es el país más populoso del mundo, el que posee la civilización ininterrumpida mas antigua y el que mantiene en pie la balanza económica capitalista del mundo actual. Comprender la Historia de China significa acercarse a la identificación de estos fenómenos únicos. China ha ofrecido, durante la historia, sus descubrimientos – científicos, tecnológicos y geográficos – al mundo, y este los ha apropiado y los ha convertido en herramientas fundamentales para la evolución de la humanidad, tanto en términos positivos – en cuanto a revoluciones científicas y descubrimiento de nuevos mundos, como América – como negativos – como el uso de la pólvora y la navegación marítima para fines bélicos. China ha sido fundamental para la construcción del mundo contemporáneo.

La historia de China brinda entonces las herramientas necesarias para una comprensión del mundo como un ente comunicado e interrelacionado; aunque China se haya mantenido incomunicado con el resto del mundo durante gran parte de su historia, su inteligencia, comercio y cultura se ha filtrado en todos los estamentos de las sociedades occidentales, ya sea a través del intercambio comercial que ofreció la milenaria Ruta de la Seda – que atraviesa Asia Central – o bien por medio de los intercambios intelectuales que constantemente se filtran por medio de los viajeros, embajadas y comisiones. Solo la historia de China podrá arrojar luz sobre estos intercambios.

De igual manera, la China moderna ha mostrado al mundo, no solo las capacidades personales y productivas del pueblo chino, sino nuevos modos de entender problemáticas históricas y socio-culturales: su modo de ver el comunismo, las revoluciones, la democracia, el capitalismo, el arte, la literatura y muchos otros ámbitos y creaciones del intelecto humano, puede arrojar a los demás habitantes del mundo nuevas perspectivas para auto-entenderse en una visión de un mundo globalizado, tal como lo percibe China.

¡Bienvenidos!